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domingo, 14 de julio de 2013

Despilfarrando España - Capítulo 7



Saludos!, tras unos cuantos días, bastantes, sin añadir nuevas entradas, hoy hago una nueva entrada donde se van a citar las cinco instalaciones industriales que, bien han quedado en desuso cuando podrían seguir siendo utilizadas, o bien, ni siquiera se han llegado a utilizar. Sin mas dilación vamos a comenzar...

En el nº 5, representando a la industria del transporte, la Estación Internacional de Canfranc,  inaugurada en 1928 y ubicada en el pueblo oscense que le da nombre, en su día fue punto fronterizo entre España y Francia, nudo de comunicación de pasajeros y mercancías, actualmente solamente recibe el paupérrimo tráfico de dos frecuencias diarias que unen la localidad con Jaca. En el año 2002 se declaro bien de interés cultural y continuamente están saliendo iniciativas para reactivar su actividad, sin embargo, y debido al poco interés de los gobernantes, esas iniciativas se han quedado en agua de borrajas. Hasta hace poco, esta bonita instalación, la primera construcción de hormigón armado y con sistema antisismico de España, era propiedad de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), actualmente, en manos del gobierno de Aragón (PPero), sin embargo, los promotores de su vuelta a la vida no consiguen una propuesta firme para llevar a cabo una restauración que necesita. Yo sinceramente, espero que esta estación vuelva a la vida, es un edificio muy bonito y, bajo mi punto de vista, si existiera compromiso tanto de España como de Francia para recuperar totalmente la línea (actualmente se tarda más en hacer el recorrido que hace 60 años), sería rentable, no como muchas otras de esos pajarracos llamados AVE que están cosiendo España con hilos de acero.


En el nº 4, representando a la industria del turismo, Hotel de la Playa del Algarrobico, construido en el año 2003 en terrenos no urbanizables del Parque Natural del Cabo de Gata (Almería), ya desde unos inicios generó gran controversia, especialmente por parte de los grupos ecologistas que, con razón, protestaban por la ubicación del recinto hotelero. Sin embargo, con la nueva ley de costas, este hotel sería parcialmente legal. Tras años de pleitos, compensaciones a la constructora y propietaria del hotel casi acabado, etc, etc, si se quiere demoler para dejar el paraje natural como estaba le costaría, como no al herario público, osea a todos, 71 millones de euros, casi na´. Esperemos que los asuntos que se refieren a este hotel se solucionen pronto, ya que pase lo que pase, lo único que generará será mayor coste para los ciudadanos.


En el nº 3, representando a la industria energética, Central Nuclear de Valdecaballeros, ubicada en Badajoz y comenzada a construir en 1975, su construcción fue paralizada cuando en 1984 el PSOE puso en marcha la moratoria nuclear, justo un mes después del cierre definitivo de Chernobil. En ese momento, sus dos grupos de generación de energía estaban prácticamente finalizados. 400.000 millones de pesetas invertidos, sin ver el resultado de dicha inversión, se estan convirtiendo poco a poco en piezas de chatarrería. Curiosamente, en esta central nuclear ya se habían instalado los reactores nucleares, solamente les faltaba el uranio para poder funcionar. Hoy en día, este paraje continúa siendo devorado por la maleza y en algunas zonas da la sensación de que en cualquier momento van a salir operarios de entre las ruinas tras finalizar la jornada laboral. Resulta también curioso que, cuando circulas por la carretera cercana a la población extremeña, se sigue pudiendo ver el cartel indicativo de dirección que indica "central nuclear", cuando allí no hay nada más que unas garitas de seguridad, similares a las de las películas americanas en medio del desierto, polvorientas y... vacías, el recuerdo de los edificios de viviendas, restaurante, tiendas e incluso hotel que había dentro de las instalaciones. Mientras tanto, los ciudadanos seguimos pagando el déficit de tarifa que las eléctricas y los gobiernos, con decisiones como cerrar esta central, han provocado.
 

En el nº 2, representando también a la industria energética, la central nuclear de Lemóniz, construida sobre la Basordas (Vizcaya), su construcción también fue paralizada por la moratoria nuclear de 1984. 1000 toneladas de acero y 200.000 metros cúbicos de hormigón desbaratados. Sin embargo, esta central será recordada especialmente por los atentados de la banda terrorista ETA que se llevó la vida de de varias personas, primero dos obreros tras la explosión de una potente bomba colocada en en uno de los dos reactores de la planta, posteriormente otro obrero, esta vez en la sala de turbinas tras la explosión de otra bomba. La central de Lemoniz iba recibiendo puñaladas que la herían gravemente. Las acciones violentas escalaron hasta llegar al secuestro del ingeniero jefe de la construcción de la planta, llegando poco después la noticia de su asesinato y consecuente paralización de las obras. La última víctima fue un niño que dio una patada a un paquete bomba colocado junto a un almacén de material para la obra. Tras la moratoria nuclear, este proyecto que nunca debió llevarse a cabo (es mi humilde opinión) y que solo estaba a falta de introducir el uranio y arrancar ya que se había probado infinidad de veces, se paralizo y desmanteló, quedando los edificios, salas de extintores, despachos como un miembro mas de la lista de edificios vacíos que, por más iniciativas que han surgido para reactivar su actividad, ninguna ha llegado a buen fin. Con un coste de 35.000 millones de euros, esta central nuclear siempre será recordada como un fantasma varado en uno de los paisajes más espectaculares de la costa vasca.

Por último, copando el último puesto para demostrar el monopolio del sector energético, en el nº 1, la regasificadora del Musel, situada en la desmesurada ampliación del puerto del Musel en Gijón, esta regasificadora, sobredimensionada al igual que el puerto, pasa los días llenándose del polvo negro que generan los vehículos pesados que mueven el carbón desde el puerto hasta la industria siderúrgica o la central térmica situadas en Aboño. Ante la falta de mercad de gas natural, los 370 millones de euros invertidos en la planta siguen sin uso, y va para largo. En los últimos días se ha planteado como medio de transición del gas natural licuado, sin regasificar, entonces, ¿para que se ha hecho una regasificadora?, pregunta sin resolver, solo esperemos que no entre a formar parte de la extensa lista de edificios vacíos que habitan la geografía española. Si visitáis la Campa Torres de Gijón podréis ver una estupenda panorámica de esta planta, a simple vista prácticamente acabada (se pueden ver hasta las bocas de incendio con su característico color rojo alrededor de los enormes depósitos de gas, de un diámetro similar al de una plaza de toros).

Como veis, la lista de fondos malgastados es cada vez mayor, casi interminable y, si nadie lo evita, seguirá aumentando.

1 comentario:

  1. Como no en España siempre gastando por gastar, y construyendo por construir... para variar...
    Así nos luce el pelo después.
    Me encantan tus posts, sigue así.
    Un besin
    http://senseofthelife.blogspot.com.es/

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