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jueves, 24 de julio de 2014

Un año después, todo sigue... casi igual.




In memoriam de las víctimas del accidente ferroviario de Santiago.

365 días, con sus 365 noches después, todo sigue casi igual y son muchos los interrogantes que continúan en el aire. Para las 79 personas que perdieron la vida en el accidente ferroviario más trágico de la historia reciente de España el reloj se paró definitivamente a las 20:41h del día 24 de junio del año 2013, 79 personas que estaban a punto de llegar a su destino para disfrutar de unos días de descanso y fiesta y que los acontecimientos han hecho que esa fiesta, la de Santiago Apostol, nunca vuelva a ser lo que fue y que tornó en minutos la fiesta en tristeza y agonía. Todos tenemos presentes las imágenes de la cámara de seguridad de la vía en los que se contempla como el segundo vagón, en que contenía el pesado motor diesel, descarrilaba y se llevaba tras de si al resto de la composición, las primeras imágenes donde se veían los sólidos vagones de aluminio "abiertos" como latas de sardinas, aquella imagen donde un hombre, que luego se supo era el interventor, golpeaba con un pico una de las ventanillas intentando rescatar desesperadamente a alguna de las víctimas o en la que se veía a un hombre con la cara ensangrentada acompañado de un policía que luego se supo era el maquinista, entre otras muchas imágenes que se deiron aquel día.

Para muchos, el lugar del accidente, ese punto kilométrico maldito, el 84/413 de la línea Ourense-Santiago será inolvidable, al igual que el barrio de Angrois que hasta esa noche, poca gente de fuera de Galicia, entre los que me incluyo, conocía, y para los que la maldita curva de A Grandeira, hasta entonces no era más que un punto más de la red ferroviaria.

Desde entonces, pocas cosas han cambiado, eso si, han tenido que morir 79 personas, además de otros muchos heridos cuya nueva partida de nacimiento es el billete que portaban aquella noche, para que los responsables ferroviarios hayan instalado el sistema de seguridad ERTMS hasta la misma estación de Santiago, algo que aquella noche habría evitado el desastre ya que de haber ignorado el maquinista las señales de reducción de velocidad, el sistema habría parado totalmente el tren, evitándose el accidente, algo en lo que coinciden 3 peritos independientes que han investigado e informado sobre el mismo. También ha tenido que suceder lo que sucedió para instalar unos "costosísimos" carteles naranjas de limitación de velocidad que indican una reducción gradual de la velocidad y no de instantánea, la creación de una unidad especial de la UME (Unidad Militar de Emergencia) especializada en accidentes ferroviarios (esto me parece bien la verdad), solo una cuarta parte de los heridos ha cobrado su indemnización, además de otras cosas que no os voy a contar para no marearos.

En fin, lo único que está claro, es que el accidente fue debido a un fatídico despiste del maquinista del Alvia Madrid-Ferrol, accediendo a la curva escenario de la tragedia a 179km/h cuando debería haberlo hecho a 80km/h, despiste debido a que segundos antes, estaba atendiendo una llamada del interventor del tren sobre una cuestión para mejorar el servicio prestado. De todas formas, bastante pesar debe tener el pobre hombre como para que encima se le quiera colocar la cruz de que es el único culpable, cosa que honestamente creo que no es cierta, pues sobre ese hombre alguien manda y las deficiencias en la infraestructura (radio de curvatura de la bifurcación, defecto en la señalización, etc) no son culpa suya. Afortunadamente, el juez que instruye el caso, me parece que es de la misma opinión, pues su auto dice textualmente que "La existencia indudable de una conducta negligente o meramente descuidada por parte del maquinista no excluye la responsabilidad de los garantes de la seguridad en la circulación" algo que las autoridades ferroviarias llevan un año investigando, sin embargo, parece que el único sensato es este juez, pues la audiencia provincial de A Coruña no hace más que tumbar sus denuncias, yo sinceramente espero que no se deje vencer y sea testarudo, centenares de familiares de víctimas del accidente se lo agradecerán.

Afortunadamente, tras el accidente, se llevó a cabo un análisis exhaustivo de toda la red ferroviaria del estado, encontrándose ¡¡375 puntos!! donde podrían tener lugar episodios peligrosos en la circulación de convoyes ferroviarios que aún hoy están en vías de solución para evitar futuras masacres.

Finalizo ya esperando que se depuren responsabilidades y si tienen que rodar cabezas, que rueden pero que no le carguen el muerto (los 79 muertos) a un hombre que ya bastante pesar va a tener por el resto de su vida, que se siga investigando hasta esclarecer los evidentes culpables políticos o dirigentes de Adif o, incluso, aunque dudo que se haga, se investigue si el tipo de tren fue determinante a la hora de que pasara lo que pasó, cosa que yo creo que tubo que ver, pues como dije en un post titulado "Alta velocidad...¿alto riesgo?", los pesados motores diesel de la composición, descompensaban su equilibrio, además de que tras el accidente, otro tren, de otro modelo, sin motores diesel, había pasado por la curva a 150km/h, menos de 30km/h de diferencia con la velocidad a la que tuvo el accidente, bajo mi humilde punto de vista, el diseño del "patito feo" (seudónimo del modelo de tren que tuvo el accidente) tuvo algo que ver, sin embargo, nada se ha dicho y, como dije, dudo que se diga sobre este aspecto.

Por último, quisiera rendir un sentido homenaje a todas las víctimas, tanto fallecidos como heridos, así como a sus familias por los duros momentos que han tenido que pasar y que en esta fecha nunca más recordarán que es la fiesta de Galicia, sino la fecha en que para muchos, entrando en la ciudad de Santiago, su tren llegó a su estación terminal.

Hasta la próxima.

1 comentario:

  1. Que rápido pasa el tiempo.
    Que trágico día y que recuerdo tan horrible, sobre todo para las familias de los fallecidos.

    Me sumo al homenaje.

    Un besín

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